En
Venezuela se deben aplicar las tres erres de reciclaje radicalmente. Cada día que pasa, en las ciudades del país aumenta
el volumen drástico de basura, pudiendo mucho de ella ser reciclada. Además,
percibimos cada día más el efecto negativo que tienen los vertederos de basura
incontrolables en nuestra calidad de vida y salud. Así bien, los ciudadanos y ciudadanas deben
tomar conciencia de esta problemática para en conjunto con entes gubernamentales,
se comiencen a realizar campañas de reciclaje.
Muchos países del mundo, han sabido
demostrar la contaminación puede ser atacada y con programas a largo plazo controlarla para que no siga afectando nuestro planeta. De esta manera,
podemos señalar a Suecia como un país ejemplo, pues bien, reciclan alrededor
del 96% de la basura que generan y por medio de la incineración de la misma,
obtienen energía transformada en calor y electricidad. Otro país, que se puede
nombrar, es Canadá, donde los ciudadanos desde sus residencias separan la basura orgánica de la inorgánica, para
luego los sistemas de recolección puedan llevarla a los centros encargados de
su reciclaje. Así pues, estos países como otros, están buscando alternativas
para estar a la vanguardia de la ecología y además de cuidar el planeta,
embellecen sus ciudades con la limpieza y la organización de sus espacios.
De este modo, nosotros en Venezuela
también podemos reducir, reutilizar y reciclar la basura, con la proliferación
de programas nacionales que se encarguen de que en todos los hogares del país
comience la cultura de las tres erres. Así mismo, se puede solicitar apoyo a
las empresas que se encarguen del reciclaje de diversos residuos (plástico,
caucho, vidrio, metales, electrónicos, etc.), para que instruyan a comunidades
y organizaciones que quieran contribuir con la ecología. Igualmente, se
pueden crear concursos para premiar a los mejores proyectos e ideas presentados
en esta materia, así como también la creación de sanciones aplicables para empresas,
ciudadanos y ciudadanas, que con sus
acciones u omisiones dañen el ecosistema. Existen pues, infinidades de
mecanismos para la concientización ecológica
En conclusión, no podemos darnos por
vencidos, y rendirnos en el lema de algunas personas “que la contaminación ya
no tiene remedio”, pienso firmemente que si todos y todas ponemos un granito de
arena para descontaminar el planeta pudiéramos ver resultados bastante
conmovedores en un futuro no muy lejano.
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